- Los profesionales, que hoy se retiran, dedicaron gran parte de sus vidas a educar y formar a las distintas generaciones de estudiantes de Limache.
Limache, Viernes 22 de Marzo. Durante la última sesión del Concejo Municipal, las autoridades se tomaron un espacio para realizar la distinción a dos docentes de la comuna, quienes hoy se acogen a retiro. Ambos profesores desarrollaron sus labores en diferentes establecimientos municipales de la zona, dejando huellas imborrables en cada uno de los alumnos que les tocó formar.
Elizabeth Saravia, es profesora de arte y ha dedicado casi 38 años de su vida a la labor docente. Comenzó en el año 1981 en la Escuela Especial para luego finalizar sus días como educadora en el Liceo de Limache.
Cuenta que, como en todo trabajo, ella comenzó contenta y entusiasmada y que, pese a sentir pasión por la docencia, los años pesan y sus fuerzas no son las mismas de antes. Razón por la que afirma que es tiempo de dar paso a las nuevas generaciones para tomar las riendas del enorme desafío que conlleva la educación.
En cuanto a lo que significaron todos estos años de entrega a la comunidad escolar de Limache, la profesora Elizabeth comenta que “el amor es el motor para mí, trabajo con las emociones y sentimientos. En el arte uno expresa su sentir y es muy importante poder expresarlo. Los profesores de arte somos muy de adentro, muy de corazón. Creo que el arte te hace pertenecer a un lugar y por eso es tan importante la identidad, en este caso lo que son los valores de Limache que son muy lindos”.
Es por esto mismo que quiso dar un mensaje a los nuevos profesionales de la pedagogía señalando que “el profesor tiene que amar su carrera y ese amor tiene que traspasarse a los jóvenes para que ellos lo sientan”.
Por otra parte, Manuel Díaz, profesor de enseñanza general básica y educación diferencial, lleva trabajando 47 años como docente en la comuna. Se desarrolló como excelente profesional y formador en la Escuela Gabriela Mistral y posteriormente en la Escuela Teniente Merino en la que trabajó 27 años.
Su gran preocupación como educador siempre fue ayudar a niños con dificultades en el aprendizaje, por lo tanto dentro de su labor, se desempeñó principalmente trabajando ellos.
Al igual que Elizabeth, Manuel dice que “ser docente es gratificante en muchos aspectos. Me permitió también realizarme personalmente, ya que mis padres eran de escasos recursos y el ser profesor me ayudó y cambió mi vida. Uno siempre hace objeción con el sistema, pero todo eso se obvia por la satisfacción que se recibe trabajando en esto. Hay alumnos que agradecen y a veces se generan lazos con las familias porque también les he hecho clases, eso me llena”.
Como consejo para los profesionales del futuro, Manuel Díaz señaló que “más que docentes, sean formadores de personas. Eso es lo que, finalmente, a uno le agradecen los alumnos después. Les aconsejo que impregnen su labor docente con la parte orientadora y formadora.”
Finalmente, y refiriéndose a la distinción hecha por las autoridades, el profesor comentó que “me parece muy bien que destaquen la labor de docentes que han entregado muchos años de su vida a este trabajo. Yo les agradezco la invitación y el reconocimiento.”
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